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Científicos chinos logran revertir el envejecimiento

El envejecimiento, un proceso natural en el que las células dejan de dividirse y mueren, ha sido por mucho tiempo un fenómeno irreversible. Sin embargo, un grupo de científicos chinos ha conseguido revertir algunos signos de la edad en ratones mediante una molécula de ARN, un avance que podría abrir la puerta a nuevos tratamientos contra el envejecimiento y enfermedades relacionadas.

La investigación, liderada por el Instituto de Biofísica de la Academia China de Ciencias, fue publicada el pasado 15 de enero en la prestigiosa revista Cell Metabolism. En este estudio, los investigadores lograron extender la vida de ratones de edad avanzada y mejorar sus capacidades físicas y cognitivas mediante el uso de una micromolécula llamada miR-302b.

¿Cómo funciona la reversión del envejecimiento?
El proceso clave del envejecimiento, conocido como senescencia celular, se caracteriza por la pérdida de la capacidad de las células para dividirse.

Aunque estas células no mueren, liberan sustancias químicas, como las citoquinas, que provocan inflamación y disminuyen la resistencia del organismo a enfermedades como el cáncer, la diabetes y enfermedades cardiovasculares.
La clave del éxito del equipo chino fue utilizar exosomas, diminutas estructuras en forma de bolsa que transportan ARN de una célula a otra, para llevar miR-302b a células senescentes. Esta molécula de ARN no codificante tiene un papel crucial en la regulación genética, la inmunidad y la eliminación de células cancerosas.

Los investigadores cultivaron exosomas a partir de células madre embrionarias humanas en laboratorio y los cargaron con miR-302b. Posteriormente, los inyectaron en ratones de entre 20 y 25 meses de edad, equivalente a 60-70 años en humanos.

Resultados prometedores
El experimento mostró resultados sorprendentes: los ratones tratados con exosomas cargados de miR-302b vivieron en promedio 4.5 meses más que aquellos que recibieron solo solución salina.

Además, estos ratones experimentaron un crecimiento renovado de su pelaje, mejoraron su peso corporal y demostraron habilidades físicas superiores, como mantener el equilibrio en una varilla giratoria durante más tiempo.

A lo largo del tiempo, las habilidades físicas y cognitivas de los ratones tratados continuaron mejorando, mientras que los ratones no tratados mostraron un deterioro progresivo.

Guangju Ji, biofísico y líder del estudio, afirmó en un comunicado que “estos resultados demuestran colectivamente que el tratamiento con miR-302b no solamente prolongó la vida útil de los ratones, sino que también mejoró significativamente sus funciones físicas y cognitivas”.

Aunque este avance es revolucionario, los expertos advierten que aún queda un largo camino por recorrer antes de aplicar estos hallazgos en seres humanos. Los investigadores subrayan que, aunque el tratamiento fue exitoso en ratones, no garantiza los mismos resultados en humanos debido a las diferencias biológicas entre especies.

Sin embargo, este estudio abre la posibilidad de desarrollar medicamentos que combatan el envejecimiento y las enfermedades asociadas.

De hecho, investigaciones previas ya habían explorado la relación entre la senescencia celular y el cáncer, como en el caso del Instituto de Investigación Biomédica de la Universidad de Barcelona, que utilizó la inducción de senescencia en células tumorales para alterar la comunicación entre el tumor y el sistema inmunológico.

Por primera vez, los científicos han logrado revertir uno de los procesos más complejos de la naturaleza. Este avance no solo tiene implicaciones para prolongar la vida, sino también para mejorar la calidad de esta, especialmente en la vejez.

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Aunque el envejecimiento sigue siendo un desafío biológico intrínseco al funcionamiento de los organismos, este estudio representa un gran paso hacia su comprensión y eventual manipulación.

El camino hacia tratamientos efectivos en humanos aún es incierto, pero investigaciones como esta marcan un punto de inflexión en la lucha contra el envejecimiento.

 

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